Fragmentos de un Corazón de Jacarandá

"En este sendero oscuro, donde la lluvia reciente ha lavado la euforia del día, cada pétalo de jacarandá disperso sobre el asfalto mojado no es solo una flor caída. Son los fragmentos dispersos de un corazón que una vez amó con la intensidad de mil primaveras, y que hoy se quiebra en la soledad de la noche. Cada matiz púrpura, cada forma delicada, es un recuerdo punzante: la promesa susurrada bajo este mismo cielo, la risa compartida que resonaba entre estos árboles, el tacto suave de una mano que ya no está. Los jacarandás, en su cíclica y hermosa indiferencia, continúan su danza de caída, ajenos al dolor que su efímera belleza despierta en el alma. Sus pétalos, antes testigos de un amor floreciendo, ahora son mudos compañeros de una nostalgia profunda, una alfombra violeta que pisa el eco de pasos que se alejaron. La luz tenue de la farola apenas ilumina esta escena de melancolía, revelando la triste poesía de un amor que, como estas flores, fue vibrante y fugaz, dejando tras de sí solo la huella húmeda de un adiós y la certeza de que el corazón, aunque fragmentado, sigue latiendo en el recuerdo púrpura de lo que fue."

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