Desde las Alturas de Caracas

El Ávila imponente, telón azulado, la ciudad se extiende, un sueño trazado. Y sobre el mirador, con plumas de sol, un guacamayo observa, con regio control. Caracas respira, vibrante y hermosa, desde esta altura, su vista gloriosa. Un ave de vida, que al cielo nos guía, testigo silente, de cada nuevo día.

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